30/8/07

Culto Geciraño (parte 2)

-¿Qué te sucede Ray?- Le preguntó su madre mientras amasaba sobre la mesada de la cocina la pasta con la que prepararía la tarta de carne que cenarían esa noche en la casa del niño pelirrojo. -¡Estás muy pálido! ¡Parece que viste un fantasma!-

-No madre, lo que ocurre es que vine muy rápido con la bicicleta. No me quería perder la sabrosa tarta que cenaremos, solo es eso, me quedé sin aire nada más. Subiré a tomar un baño.-

-¡Ok! Pero no te tardes demasiado, que tendré lista la comida dentro de un rato.- le gritó la mujer mientras su hijo subía hacía su cuarto.

Una vez en su habitación, Ray, se quitó su uniforme. Su capa blanca, su chaleco verde y su camisa blanca todo con la insignia de la Escuela Gémini bordada con hilo blanco. Dobló todas sus prendas y las puso sobre una silla que se encontraba a un lado de su cama. Busco una toalla y ropa limpia y cómoda dentro de su armario y se metió al baño.
-Wandaaa... Amor, ven a comer algo, hija mía... Deja a un lado tu investigación y sientate a la mesa que la cena se enfría- Se lo escuchó decir al Sr. Redfield, que se notaba muy preocupado ya que su hija había llegado hace hora y media del colegio y rapidámente se encerró en la biblioteca de su padre. Waldo Redfield es un notable bibliotecario y archivista de la comunidad de Sunsmile. Forma parte del equipo principal de investigadores de la Biblioteca Pública de la ciudad. El lugar tiene cientos de estantes llenos de libros y pergaminos que guardan la mayor parte de la sabiduría, ciencia e historia de la humanidad. En su hogar el Sr Redfield, tiene su propia biblioteca, donde Wanda pasaba la mayor parte de su infancia leyendo horas enteras todo aquel libro que pueda saciar su hambre de conocimiento.

-Padre...No encuentro el "Grimorum Daimum"- le llamó la niña a su padre, quien se levantó inmediatamente de la mesa y fue a acudir a su hija que se encontraba en su biblioteca personal. -¡Hija! Para que quieres un grimorio de demonología, ese campo no lo estudían en Foulmixer o ¿si?- Preguntó algo desconcertado el Sr Redfield tratando de tragar la comida que llevaba en la boca sin atragantarse. -No papá, es que... ya me conoces... a veces me agarra curiosidad por leer cosas que antes no había leído...- fue lo que pudo atinar a responder su inquieta hija. -Ese libro, que buscas, está en el segundo cajón de aquella estantería. ¡No te quedes hasta muy tarde leyendo, sobre todo esa clase de lectura, puede provocarte pesadillas!- le dijo el señor a su hija, para luego retirarse a descansar. -Si papá lo tendré en cuenta ¡Buenas noches!-

-¿Qué tienes hermano?- preguntó Amy que se encontraba debajo del umbral de la puerta de la habitación de Ray. Amy es la hermana menor de Ray tiene ocho años pero a pesar de su edad puede llegar en ciertos momentos a ser una niña muy madura. Esta vez se mostraba muy afligida por como se veía su hermano, que durante la cena no había omitido palabra alguna. Más aún le pareció extraño que su hermano no había reaccionado como una fiera suele hacerlo cuando la niña le comentó que se había comido la porción de postre que le tocaba a su hermano. Todo eso produjo cierta incomodidad en Amy que la llevó hasta la habitación de su hermano. El muchacho se encontraba tirado en su cama con los brazos por detrás de la cabeza y con la mirada pérdida hacia el techo.

-¿Desde cuando te preocupas por mí?- le dijo a la pequeña sin siquiera mirarla. lo que provocó el enfado inmediato de su Amy la cual reaccionó y le arrojó una almohada en la cara al jovencito. -Eres muy cruel, ¡Ojalá te devore un ogro!- le gritó enfadada mientras se encerraba en su cuarto azotando fuertemente la puerta. Ray solo quitó la almohada de su rostro y siguió en su postura pensativa. ¿Quienes habrán sido esos tipos?¿Quién es Maganor?¿Qué les habrá pasado a los pobres estudiantes de Gecira? Solo eran algunas de las preguntas que se le atravesaban desde ese entonces.

-Maedloth... Mafreriel... Maganorius... Demonio mayor, también conocido como "Maganor el sabio sanguinario" (¡Este es!) perteneciente a la raza de demonios vampíricos Hirudus, originarios del Torbellino del Caos. En la Primera Guerra Universal un brujo humano llamado Mitridor abrió un portal que conectaba varias dimensiones entre ellas la de demonios y humanos, permitiéndole el paso a estas criaturas al mundo humano. Esta clase de demonios milenarios solo existen para expandir la raza demoníaca. Siembran el descontento y la podredumbre en el universo, se dedican a corromper inocentes de otras razas y convertirlos en demonios. Son sumamente sagaces. Maganor se destacó entre ellos por haber corrompido pueblos entero usando un intermediario al cual seducía comunicandose con éste haciendose pasar por una entidad divina, prometiendole a su contacto poder y conocimiento ilimitado a cambio de que beba y haga beber a su gente la sangre del demonio...-

-¡Oh! a eso se referían aquellos extraños encapuchados...- comentó la niña mientras hacia una pausa para beber un poco de agua y así humeceder un poco su garganta, para luego volver a su lectura.

-... Se dice que fue Maganor el que encantó a Mitridor para que abriese aquel portal. En su campaña por invadir el mundo de los hombres, Maganor se enfrentó contra la Sagrada Alianza un grupo de monjes guerreros encabezados por el Rey Leoric III. Los cuales presentaron una amenaza para los demonios. Maganorius y el monarca se enfrentaron en una sangrienta contienda de la cual el rey salió bien parado apuñalando al demonio con su sagrada espada rúnica llamada "bladesong" y marcándole su fin. Aquellos que se encontraban bajo el poder del hirudus volvieron a la normalidad. Sin embargo los fieles al vampiro que bebieron su sangre permanecieron con su horrible aspecto de híbridos y fueron desterrados por la sociedad, formando "El Culto de Maganor". Dicen que se esconden en una cueva secreta en las profundidades de la Montaña Altuzard, donde buscan desde entonces la forma de revivir a su sanguinario amo...-

-¡Dios mio...!-

-... Se sabe que para realizar un ritual de esta magnitud se necesita preparar una poción llamada "Hemum Sacris" la cual representa la sangre del demonio. Aquellos que se sometan a este ritual deben permanecer en cuarentena una semana antes de que se realice la ceremonia sin tener contacto con nadie y sin exponerse a la luz del día. El ritual se realiza la noche del séptimo día, del séptimo mes, marcado como el día en que Mitridor abrió el portal dimensional. A la luz de la luna, la poción del demonio se derrama sobre una fuente de agua limpia. Se necesita que cien personas de corazón puro beban de ella para que la fuente pueda funcionar como una puerta al inframundo y el cuerpo de Maganor emerja de ella y vuelva a desatar el caos en el mundo. Sus fieles recibirán todo el conocimiento, la inmortalidad y la protección que el demonio le otorgue pero estos se someterán a su entera voluntad...-

-¡Qué atrocidad! ¡Si estoy en lo correcto, todos corremos un gran peligro, en especial los estudiantes de Gecira!- dijo la niña y cerró el libro, pues ya no contaba con más información acerca del demonio ni de su ritual.

Al día siguiente, Ray se había levantado muy temprano. Solo pudo dormir unas pocas horas. se alistó, desayunó rápidamente y con mucha prisa se despidió de su madre y salió de su casa. Sin perder tiempo el niño tomo su bicicleta y se dirigió velozmente al encuentro diario con su compañera de clases. Después de haber cruzado el viejo Puente de la Viuda, el niño quedó muy sorprendido por lo que vio o mejor dicho por lo que no vio. Wanda no se encontraba esperándolo como siempre en aquella esquina. A pesar de la sorpresa, Ray decidió ir directo a Foulmixer. Mientras pedaleaba su bicicleta por la cabeza le cruzaron muchas cosas, que lo llenaron aún más de miedo.

-Señorita Redfield, no tenemos tiempo para semejantes disparates. Además las clases están a punto de comenzar, de seguro tiene alguna tarea pendiente por hacer. ¡Háganos el favor de retirarse!-

-Pero...-
-Si sigue insistiendo, tendré que recurrir a sancionarla y no creo que sea algo bueno para una niña con su reputación...- fueron las palabras que motivaron a la pequeña a retirarse de la oficina del Vice-rector García, un tipo con pocas pulgas. Wanda no tuvo mas opción que salir de la oficina del malhumorado señor García llena de mucha pena. En el pasillo se topa con Ray que se encontraba apoyado a la pared con una mano muy agitado tomando aire. Wanda se alegró mucho al ver a su amigo y le contó todo desde la información que había encontrado acerca de lo que vieron la noche anterior hasta lo que le había pasado en la oficina del vice-rector.
-El Director se encuentra en un congreso internacional de alquimistas en Francia, y la escuela está bajo el dominio de García. ¿Qué podremos hacer?- se desesperó la niña.
-Un momento... Los encapuchados misteriosos de anoche dijeron que vendrían a Foulmixer en la mañana y derramarían la sangre del demonio sobre las aguas de la fuente para que esta pueda asentarse hasta la noche ¿Verdad?- y Wanda asintió con la cabeza. -Entonces solo habrá que esperar al recreo para que aparezcan- Atinó Ray. -¿Cómo sabes que vendrán durante el recreo?- se inquietó la joven. -Porque habrá mucha gente en el patio mayor y querrán pasar desapercibidos entre la multitud, para no levantar sospecha alguna.- Contestó el pelirrojo. -Muy bien, vendremos después de la primera clase entonces.- finalizó Wanda e inmediatamente sonó la campana y los niños fueron corriendo para asistir a su clase de química.
La clase de pociones de la asignatura de química, de la profesora Clara, pasó volando. Al sonido de la campana, el primer ciclo del día había finalizado. La alegre y joven educadora se encontraba borrando lo escrito en la pizarra y los alumnos ya habían abandonado el laboratorio de química. En ese momento fue abordada por dos de sus alumnos, una niña de bonitos ojos azules y pelo largo y castaño y un muchacho con ojos negros y saltones de cabello rojo brillante. -Profesora, los alumnos decidimos jugar "mixerbol" pero necesitamos un árbitro y usted es la única de los docentes que no fue a la sala de profesores a tomar café. ¿Nos haría el favor de dirigir nuestro partido?- dijo Ray que llevaba bajo el brazo una "friabola" uno de los balones reglamentarios de "mixerbol" un juego de pelota ideado por la comunidad de alquimistas.
-Me parece una propuesta muy buena. Siempre es bueno promover el deporte limpio y sano.- aceptó la mujer ser juez en el juego de los niños. -¡Perfecto!- exclamaron Ray y Wanda al unísono. El plan de los chicos era llevar a Clara al patio principal para que fuera testigo del acto que cometerían aquellos extraños encapuchados.
Luego de un tiempo, hicieron acto de presencia los hombres misteriosos. Exactamente como Wanda sospechaba, se trataban de Víctor Von Känel y Marcus Kapriel ambos portando la insignia de su escuela en sus vestimentas. El primero es el prefecto de la escuela Gecira, un hombre alto fornido, muy serio y con una mirada muy macabra y penetrante. El segundo trabaja como docente en el departamento de Anatomía y al parecer es el secuaz de Víctor. Ambos señores se acercaron sigilosamente a la gran fuente central del patio principal. Wanda se percató de la presencia de los hombres y le hizo una señal a su amigo para que los vigilara de cerca. Ray notó que Víctor sacaba un frasco de uno de sus bolsillos, no era muy pequeño y el liquido que llevaba tenia un color rojo carmesí.
Ray tomó una "estallabola" e intencionalmente la lanzó en el lugar donde se encontraban los geciranos. La estallabola es uno de los balones oficiales de mixerbol, la cual en su interior lleva dos cápsulas muy frágiles, una llena de polvo de blam y la otra contiene agua roja. Si ambas cápsulas se rompen, estos componentes se mezclan y se vuelven inestables. Lo que resulta una explosión de baja escala que solo deja aturdido por unos pocos minutos a todo aquel que se encuentre cerca. De allí obtiene su nombre este balón. Cuando la estallabola, hizo impacto con las piernas del señor Kapriel inmediatamente explotó, lo que provocó que el prefecto de Gecira soltara el frasco. Algunos niños rieron desde lo lejos, otros se acercaron a la escena. La profesora hizo sonar su silbato como señal de tiempo fuera.
-¿Se encuentran bien?- le preguntó la docente a todos los presentes mientras se acercaba al lugar.
-¡Esa niña! Esa niña tiene mi poción ¡DEVUELVÉMELA!- vociferó Víctor señalando a Wanda con el dedo. La niña había aprovechado el momento de la confución para tirarse al suelo, buscar la poción y agarrarla.
-Profesora, esos hombres son perversos, quieren... .-
-Lo sé Wanda... - La interrumpió la señorita Clara mientras se quitaba su lente y tomaba una postura más seria. A lo que lo que el resto de los presentes reaccionaron con mucha sopresa. Nadie se esperaba ese tono de voz de la tímida profesora Clara. -Soy un agente infiltrado de la ACIA, estoy aquí para detenerte Víctor- Aclaró la mujer mientras sacaba su identificación.
La ACIA (Agencia Central de Investigadores Alquimistas) es el principal brazo de investigación de la comunidad alquimista. El artículo 28, del Código del Ministerio de Alquimistas, en la sección 533, autoriza al ministro de alquimia para designar a funcionarios para investigar y denunciar malos usos de la ciencia alquimista. El caso de los adoradores de Maganor venía siendo investigado desde hace varios años por la profesora Clara. Víctor es un descendiente directo de Mitridor, el fundador de la secta demoniaca y primer siervo del demonio. La oficial y el profanador tuvieron muchos encuentros en el pasado, pero Víctor siempre se salía con la suya y escapaba de la ley. Hace un año entro de encubierto en Gecira y obtuvo el puesto de prefecto. Clara pudo localizarlo y para poder seguirlo de cerca se tiño el cabello, se cambió el apellido y mantivo un perfil de mujer timida, mientras estudiaba los movimientos de su némesis.
-Clara... Por supuesto, cómo no me di cuenta de que se trataba de ti... Eres muy buena, siempre frustrando mis planes. Pero esta vez te llegó tu fin junto a todos estos chiquillos.- Dijo el villano mientras reía atrozmente y sacaba un arma de su bolsillo. -¡Que nadie se mueva o es historia! y tu niña dame ese frasco o te vuelo los sesos.- Amenazó. Wanda estaba a punto de entregarle la poción a Víctor cuando una "locabola" arrojada desde lo lejos por un niño pelirrojo, chocá con la mano del hombre haciendo que el tipo suelte su revolver quede desarmado.
-¡MALDITO NIÑO!- gritó. Pero Víctor tenia un as bajo la manga o mejor dicho otra poción. La arrojó contra el suelo muy fuerte que rompió el frasco y comenzó a liberar una pantalla de humo amarillo muy espeso.
-¡Esto no termina aca! Nos veremos de nuevo Clarita, ¡No lo dudes!- Dicho esto el hombre desapareció y cuando el humo se esparció solo encontraron a Marcus tirado en el suelo temblando y sujetandose la cabeza pidiéndole clemencia a la oficial.
Todo estuvo aclarado. Los estudiantes geciranos fueron rescatados ya que Víctor con ayuda de Marcus había engañado a los padres de los niños diciéndoles que llevarían a los niños una semana de campamento. Los mantuvo encerrados y bajo los efectos de una droga. Luego los forzaría a beber la sangre del demonio. Marcus fue encerrado y la profesora volvió a su puesto en la ACIA dejando de trabajar como docente de química en Foulmixer. De Víctor no se volvió a saber nada más desde ese entonces.
Antes de despedirse felicitó a los niños por la ayuda que le brindaron diciéndole que nunca los olvidaría. Wanda la miró y le dijo que estudiaría para ser de grande una agente de la ACIA como ella.
-¡Serás la mejor!- le dijo la mujer a la niña con una sonrisa y partió.

4 comentarios:

César [!] dijo...

sos cuentista? tenes algun libro escrito?
Saludos
:)

Anónimo dijo...

Felicidades vick

no se si aterrarme o sorprenderme de lo bien que te inspiras al escribir algo como esto

Felicidades

Tk..Gonger

Anónimo dijo...

buen flash. lo hiciste vos?

:D
saludos.

Gustavo dijo...

'Cha q escribiste grande, yo tngo un par d cuentos cortos numas. Seguí así, algún día vamos a hacer algo con lo q escribimos y/o dibujamos y/o lo q sea.
Q la pases bien.