30/8/07
Culto Geciraño (parte 2)
-¿Qué te sucede Ray?- Le preguntó su madre mientras amasaba sobre la mesada de la cocina la pasta con la que prepararía la tarta de carne que cenarían esa noche en la casa del niño pelirrojo. -¡Estás muy pálido! ¡Parece que viste un fantasma!-
-No madre, lo que ocurre es que vine muy rápido con la bicicleta. No me quería perder la sabrosa tarta que cenaremos, solo es eso, me quedé sin aire nada más. Subiré a tomar un baño.-
-¡Ok! Pero no te tardes demasiado, que tendré lista la comida dentro de un rato.- le gritó la mujer mientras su hijo subía hacía su cuarto.
Una vez en su habitación, Ray, se quitó su uniforme. Su capa blanca, su chaleco verde y su camisa blanca todo con la insignia de la Escuela Gémini bordada con hilo blanco. Dobló todas sus prendas y las puso sobre una silla que se encontraba a un lado de su cama. Busco una toalla y ropa limpia y cómoda dentro de su armario y se metió al baño.
-Wandaaa... Amor, ven a comer algo, hija mía... Deja a un lado tu investigación y sientate a la mesa que la cena se enfría- Se lo escuchó decir al Sr. Redfield, que se notaba muy preocupado ya que su hija había llegado hace hora y media del colegio y rapidámente se encerró en la biblioteca de su padre. Waldo Redfield es un notable bibliotecario y archivista de la comunidad de Sunsmile. Forma parte del equipo principal de investigadores de la Biblioteca Pública de la ciudad. El lugar tiene cientos de estantes llenos de libros y pergaminos que guardan la mayor parte de la sabiduría, ciencia e historia de la humanidad. En su hogar el Sr Redfield, tiene su propia biblioteca, donde Wanda pasaba la mayor parte de su infancia leyendo horas enteras todo aquel libro que pueda saciar su hambre de conocimiento.
-Padre...No encuentro el "Grimorum Daimum"- le llamó la niña a su padre, quien se levantó inmediatamente de la mesa y fue a acudir a su hija que se encontraba en su biblioteca personal. -¡Hija! Para que quieres un grimorio de demonología, ese campo no lo estudían en Foulmixer o ¿si?- Preguntó algo desconcertado el Sr Redfield tratando de tragar la comida que llevaba en la boca sin atragantarse. -No papá, es que... ya me conoces... a veces me agarra curiosidad por leer cosas que antes no había leído...- fue lo que pudo atinar a responder su inquieta hija. -Ese libro, que buscas, está en el segundo cajón de aquella estantería. ¡No te quedes hasta muy tarde leyendo, sobre todo esa clase de lectura, puede provocarte pesadillas!- le dijo el señor a su hija, para luego retirarse a descansar. -Si papá lo tendré en cuenta ¡Buenas noches!-
-¿Qué tienes hermano?- preguntó Amy que se encontraba debajo del umbral de la puerta de la habitación de Ray. Amy es la hermana menor de Ray tiene ocho años pero a pesar de su edad puede llegar en ciertos momentos a ser una niña muy madura. Esta vez se mostraba muy afligida por como se veía su hermano, que durante la cena no había omitido palabra alguna. Más aún le pareció extraño que su hermano no había reaccionado como una fiera suele hacerlo cuando la niña le comentó que se había comido la porción de postre que le tocaba a su hermano. Todo eso produjo cierta incomodidad en Amy que la llevó hasta la habitación de su hermano. El muchacho se encontraba tirado en su cama con los brazos por detrás de la cabeza y con la mirada pérdida hacia el techo.
-¿Desde cuando te preocupas por mí?- le dijo a la pequeña sin siquiera mirarla. lo que provocó el enfado inmediato de su Amy la cual reaccionó y le arrojó una almohada en la cara al jovencito. -Eres muy cruel, ¡Ojalá te devore un ogro!- le gritó enfadada mientras se encerraba en su cuarto azotando fuertemente la puerta. Ray solo quitó la almohada de su rostro y siguió en su postura pensativa. ¿Quienes habrán sido esos tipos?¿Quién es Maganor?¿Qué les habrá pasado a los pobres estudiantes de Gecira? Solo eran algunas de las preguntas que se le atravesaban desde ese entonces.
-Maedloth... Mafreriel... Maganorius... Demonio mayor, también conocido como "Maganor el sabio sanguinario" (¡Este es!) perteneciente a la raza de demonios vampíricos Hirudus, originarios del Torbellino del Caos. En la Primera Guerra Universal un brujo humano llamado Mitridor abrió un portal que conectaba varias dimensiones entre ellas la de demonios y humanos, permitiéndole el paso a estas criaturas al mundo humano. Esta clase de demonios milenarios solo existen para expandir la raza demoníaca. Siembran el descontento y la podredumbre en el universo, se dedican a corromper inocentes de otras razas y convertirlos en demonios. Son sumamente sagaces. Maganor se destacó entre ellos por haber corrompido pueblos entero usando un intermediario al cual seducía comunicandose con éste haciendose pasar por una entidad divina, prometiendole a su contacto poder y conocimiento ilimitado a cambio de que beba y haga beber a su gente la sangre del demonio...-
-¡Oh! a eso se referían aquellos extraños encapuchados...- comentó la niña mientras hacia una pausa para beber un poco de agua y así humeceder un poco su garganta, para luego volver a su lectura.
-... Se dice que fue Maganor el que encantó a Mitridor para que abriese aquel portal. En su campaña por invadir el mundo de los hombres, Maganor se enfrentó contra la Sagrada Alianza un grupo de monjes guerreros encabezados por el Rey Leoric III. Los cuales presentaron una amenaza para los demonios. Maganorius y el monarca se enfrentaron en una sangrienta contienda de la cual el rey salió bien parado apuñalando al demonio con su sagrada espada rúnica llamada "bladesong" y marcándole su fin. Aquellos que se encontraban bajo el poder del hirudus volvieron a la normalidad. Sin embargo los fieles al vampiro que bebieron su sangre permanecieron con su horrible aspecto de híbridos y fueron desterrados por la sociedad, formando "El Culto de Maganor". Dicen que se esconden en una cueva secreta en las profundidades de la Montaña Altuzard, donde buscan desde entonces la forma de revivir a su sanguinario amo...-
-¡Dios mio...!-
-... Se sabe que para realizar un ritual de esta magnitud se necesita preparar una poción llamada "Hemum Sacris" la cual representa la sangre del demonio. Aquellos que se sometan a este ritual deben permanecer en cuarentena una semana antes de que se realice la ceremonia sin tener contacto con nadie y sin exponerse a la luz del día. El ritual se realiza la noche del séptimo día, del séptimo mes, marcado como el día en que Mitridor abrió el portal dimensional. A la luz de la luna, la poción del demonio se derrama sobre una fuente de agua limpia. Se necesita que cien personas de corazón puro beban de ella para que la fuente pueda funcionar como una puerta al inframundo y el cuerpo de Maganor emerja de ella y vuelva a desatar el caos en el mundo. Sus fieles recibirán todo el conocimiento, la inmortalidad y la protección que el demonio le otorgue pero estos se someterán a su entera voluntad...-
-¡Qué atrocidad! ¡Si estoy en lo correcto, todos corremos un gran peligro, en especial los estudiantes de Gecira!- dijo la niña y cerró el libro, pues ya no contaba con más información acerca del demonio ni de su ritual.
Al día siguiente, Ray se había levantado muy temprano. Solo pudo dormir unas pocas horas. se alistó, desayunó rápidamente y con mucha prisa se despidió de su madre y salió de su casa. Sin perder tiempo el niño tomo su bicicleta y se dirigió velozmente al encuentro diario con su compañera de clases. Después de haber cruzado el viejo Puente de la Viuda, el niño quedó muy sorprendido por lo que vio o mejor dicho por lo que no vio. Wanda no se encontraba esperándolo como siempre en aquella esquina. A pesar de la sorpresa, Ray decidió ir directo a Foulmixer. Mientras pedaleaba su bicicleta por la cabeza le cruzaron muchas cosas, que lo llenaron aún más de miedo.
-Señorita Redfield, no tenemos tiempo para semejantes disparates. Además las clases están a punto de comenzar, de seguro tiene alguna tarea pendiente por hacer. ¡Háganos el favor de retirarse!-
-Pero...-
-Si sigue insistiendo, tendré que recurrir a sancionarla y no creo que sea algo bueno para una niña con su reputación...- fueron las palabras que motivaron a la pequeña a retirarse de la oficina del Vice-rector García, un tipo con pocas pulgas. Wanda no tuvo mas opción que salir de la oficina del malhumorado señor García llena de mucha pena. En el pasillo se topa con Ray que se encontraba apoyado a la pared con una mano muy agitado tomando aire. Wanda se alegró mucho al ver a su amigo y le contó todo desde la información que había encontrado acerca de lo que vieron la noche anterior hasta lo que le había pasado en la oficina del vice-rector.
-El Director se encuentra en un congreso internacional de alquimistas en Francia, y la escuela está bajo el dominio de García. ¿Qué podremos hacer?- se desesperó la niña.
-Un momento... Los encapuchados misteriosos de anoche dijeron que vendrían a Foulmixer en la mañana y derramarían la sangre del demonio sobre las aguas de la fuente para que esta pueda asentarse hasta la noche ¿Verdad?- y Wanda asintió con la cabeza. -Entonces solo habrá que esperar al recreo para que aparezcan- Atinó Ray. -¿Cómo sabes que vendrán durante el recreo?- se inquietó la joven. -Porque habrá mucha gente en el patio mayor y querrán pasar desapercibidos entre la multitud, para no levantar sospecha alguna.- Contestó el pelirrojo. -Muy bien, vendremos después de la primera clase entonces.- finalizó Wanda e inmediatamente sonó la campana y los niños fueron corriendo para asistir a su clase de química.
La clase de pociones de la asignatura de química, de la profesora Clara, pasó volando. Al sonido de la campana, el primer ciclo del día había finalizado. La alegre y joven educadora se encontraba borrando lo escrito en la pizarra y los alumnos ya habían abandonado el laboratorio de química. En ese momento fue abordada por dos de sus alumnos, una niña de bonitos ojos azules y pelo largo y castaño y un muchacho con ojos negros y saltones de cabello rojo brillante. -Profesora, los alumnos decidimos jugar "mixerbol" pero necesitamos un árbitro y usted es la única de los docentes que no fue a la sala de profesores a tomar café. ¿Nos haría el favor de dirigir nuestro partido?- dijo Ray que llevaba bajo el brazo una "friabola" uno de los balones reglamentarios de "mixerbol" un juego de pelota ideado por la comunidad de alquimistas.
-Me parece una propuesta muy buena. Siempre es bueno promover el deporte limpio y sano.- aceptó la mujer ser juez en el juego de los niños. -¡Perfecto!- exclamaron Ray y Wanda al unísono. El plan de los chicos era llevar a Clara al patio principal para que fuera testigo del acto que cometerían aquellos extraños encapuchados.
Luego de un tiempo, hicieron acto de presencia los hombres misteriosos. Exactamente como Wanda sospechaba, se trataban de Víctor Von Känel y Marcus Kapriel ambos portando la insignia de su escuela en sus vestimentas. El primero es el prefecto de la escuela Gecira, un hombre alto fornido, muy serio y con una mirada muy macabra y penetrante. El segundo trabaja como docente en el departamento de Anatomía y al parecer es el secuaz de Víctor. Ambos señores se acercaron sigilosamente a la gran fuente central del patio principal. Wanda se percató de la presencia de los hombres y le hizo una señal a su amigo para que los vigilara de cerca. Ray notó que Víctor sacaba un frasco de uno de sus bolsillos, no era muy pequeño y el liquido que llevaba tenia un color rojo carmesí.
Ray tomó una "estallabola" e intencionalmente la lanzó en el lugar donde se encontraban los geciranos. La estallabola es uno de los balones oficiales de mixerbol, la cual en su interior lleva dos cápsulas muy frágiles, una llena de polvo de blam y la otra contiene agua roja. Si ambas cápsulas se rompen, estos componentes se mezclan y se vuelven inestables. Lo que resulta una explosión de baja escala que solo deja aturdido por unos pocos minutos a todo aquel que se encuentre cerca. De allí obtiene su nombre este balón. Cuando la estallabola, hizo impacto con las piernas del señor Kapriel inmediatamente explotó, lo que provocó que el prefecto de Gecira soltara el frasco. Algunos niños rieron desde lo lejos, otros se acercaron a la escena. La profesora hizo sonar su silbato como señal de tiempo fuera.
-¿Se encuentran bien?- le preguntó la docente a todos los presentes mientras se acercaba al lugar.
-¡Esa niña! Esa niña tiene mi poción ¡DEVUELVÉMELA!- vociferó Víctor señalando a Wanda con el dedo. La niña había aprovechado el momento de la confución para tirarse al suelo, buscar la poción y agarrarla.
-Profesora, esos hombres son perversos, quieren... .-
-Lo sé Wanda... - La interrumpió la señorita Clara mientras se quitaba su lente y tomaba una postura más seria. A lo que lo que el resto de los presentes reaccionaron con mucha sopresa. Nadie se esperaba ese tono de voz de la tímida profesora Clara. -Soy un agente infiltrado de la ACIA, estoy aquí para detenerte Víctor- Aclaró la mujer mientras sacaba su identificación.
La ACIA (Agencia Central de Investigadores Alquimistas) es el principal brazo de investigación de la comunidad alquimista. El artículo 28, del Código del Ministerio de Alquimistas, en la sección 533, autoriza al ministro de alquimia para designar a funcionarios para investigar y denunciar malos usos de la ciencia alquimista. El caso de los adoradores de Maganor venía siendo investigado desde hace varios años por la profesora Clara. Víctor es un descendiente directo de Mitridor, el fundador de la secta demoniaca y primer siervo del demonio. La oficial y el profanador tuvieron muchos encuentros en el pasado, pero Víctor siempre se salía con la suya y escapaba de la ley. Hace un año entro de encubierto en Gecira y obtuvo el puesto de prefecto. Clara pudo localizarlo y para poder seguirlo de cerca se tiño el cabello, se cambió el apellido y mantivo un perfil de mujer timida, mientras estudiaba los movimientos de su némesis.
-Clara... Por supuesto, cómo no me di cuenta de que se trataba de ti... Eres muy buena, siempre frustrando mis planes. Pero esta vez te llegó tu fin junto a todos estos chiquillos.- Dijo el villano mientras reía atrozmente y sacaba un arma de su bolsillo. -¡Que nadie se mueva o es historia! y tu niña dame ese frasco o te vuelo los sesos.- Amenazó. Wanda estaba a punto de entregarle la poción a Víctor cuando una "locabola" arrojada desde lo lejos por un niño pelirrojo, chocá con la mano del hombre haciendo que el tipo suelte su revolver quede desarmado.
-¡MALDITO NIÑO!- gritó. Pero Víctor tenia un as bajo la manga o mejor dicho otra poción. La arrojó contra el suelo muy fuerte que rompió el frasco y comenzó a liberar una pantalla de humo amarillo muy espeso.
-¡Esto no termina aca! Nos veremos de nuevo Clarita, ¡No lo dudes!- Dicho esto el hombre desapareció y cuando el humo se esparció solo encontraron a Marcus tirado en el suelo temblando y sujetandose la cabeza pidiéndole clemencia a la oficial.
Todo estuvo aclarado. Los estudiantes geciranos fueron rescatados ya que Víctor con ayuda de Marcus había engañado a los padres de los niños diciéndoles que llevarían a los niños una semana de campamento. Los mantuvo encerrados y bajo los efectos de una droga. Luego los forzaría a beber la sangre del demonio. Marcus fue encerrado y la profesora volvió a su puesto en la ACIA dejando de trabajar como docente de química en Foulmixer. De Víctor no se volvió a saber nada más desde ese entonces.
Antes de despedirse felicitó a los niños por la ayuda que le brindaron diciéndole que nunca los olvidaría. Wanda la miró y le dijo que estudiaría para ser de grande una agente de la ACIA como ella.
-¡Serás la mejor!- le dijo la mujer a la niña con una sonrisa y partió.
21/8/07
Culto Geciraño (parte 1)
El Instituto Gecira no forma parte de la estructura del edificio de la Academia Foulmixer pero se encuentra ubicado dentro de su jurisdicción donde puede ser vigilada por así decirlo por las autoridades competentes de Foulmixer. Reconocidos oficialmente por la orden de alquimistas en 1575, los miembros de Gecira pueden participar al igual que las otras tres escuelas, de los torneos y competencias Inter-escolares dentro de la Academia; en donde sus estudios de investigación y desarrollo suelen ser muy bien apreciados. Esta escuela es una minoría. Los alquimistas de Gecira son tachados de simples brujos por los demás miembros de la comunidad de alquimistas. Los alumnos son regularmente víctimas de actos de discriminación ya que comunican muy poco sus actividades y proyectos, se dice que algunas de las recetas que aprenden requieren ingredientes vivos. Los pasillos, instalaciones y edificios anexos de esta escuela están estrictamente prohibidos para los estudiantes de las demás escuelas. Nunca se supo de nadie que se haya atrevido a circular por los dominios de Gecira.
Los patios de la Academia poseen los más bellos jardines que se puedan haber visto. El edificio comprende de tres sectores principales: el más grande es el sector sur donde se encuentra la Escuela Kachang, el sector oeste es la zona de la Escuela Audepía y el sector este, perteneciente a la escuela en la que asiste Ray, Gemini. Además de las instalaciones principales como la biblioteca, la huerta, la piscina y demás; cada escuela tiene sus propias instalaciones: baños, aulas, laboratorios, bibliotecas y su propio patio el cual tiene una salida al Patio Central o Patio Común. Este patio es el más grande y bonito de la Academia, adornado con estatuas de dioses griegos, columnas y ánforas del mismo estilo. En su centro corona una enorme fuente hecha del más fino mármol blanco. Ese mañana prometía un hermoso día de estudio. Luego de la primera clase los alumnos dejan las aulas para tomarse un descanso y salir a despejar sus mentes en su recreo.
La mayoría se sitúa en el gran patio mientras otros no se alejan mucho del patio propio de su escuela. Ray y sus amigos idearon realizar un pic-nic cerca de la maravillosa fuente de mármol. Disponian de todo lo necesario la canasta con la limonada y sanwiches de jamón y queso para Ray y Alex y los de atún para Wanda ya que como se imaginaran el pescado es rico en fósforo que ayuda a desarrollar la inteligencia. También llevaron un juego de damas chinas para divertirse un rato.
A pesar de que el edificio de la Escuela de Gecira se encuentra a unos pocos kilometros al Sudeste de la Academia, los estudiantes geciraños suelen visitar Foulmixer e instalarse en el patio central en la hora de receso. Esto a veces asusta a los aprendices de primer nivel de las otras escuelas, por la apariencia espectral que suelen tener los alumnos de Gecira sobre todo los de nivel avanzado. Delgados, palidos, ojerosos, de rasgos desgarbados y mirada perdida y profunda. Visten de uniformes rojos llevan bordado en hilo dorado el emblema de su escuela (una boca abierta con colmillos pronunciados) y cubiertos enteramente con sus capas negras a excepción de los principiantes que portan capas grises o blancas y sus emblemas están bordados en hilo blanco.
Todo esto dejaba en evidencia que estos alumnos no llevan un buen estilo de vida dentro de esa escuela.
-¿No les parece extraño?- preguntó Ray mientras levantaba una pieza del tablero de damas chinas para realizar su jugada.
-¿Qué cosa Ray?- Pregunto Wanda sin quitarle la vista al tablero del juego, creyendo que el chico quería distraerla del para poder hacer trampa, como se lo esperaba siempre por ser muy desconfiada cuando de competir se tratase.
-Los estudiantes de Gecira...- respondió el pelirrojo.
-Si ya sabemos que son extraños... ¡No trates de engañarme para que pierda la concentración del juego!- refunfuño Wanda mientras quitaba una pieza de su oponente para ponerla a un lado del tablero.
-No, no me refiero a eso.- la regaño Ray que ya no mostraba signo alguno de interés por la partida de damas.
-¿Entonces?- preguntó Alex bostezando, que se estaba incorporando, ya que durante la partida de sus amigos estaba tomando una pequeña siesta.
-No se dieron cuenta que hace ya varios días que no se lo ve a ningún integrante de Gecira diambular por aquí, ni siquiera a los principiantes que por su categoría son los que menos tiempo llevan estudiando ahí y que por eso conservan aún algo de vivacidad.- replicó el niño muy seriamente.
-Ahora que lo dices, si. Algo extraño habrá sucedido, ellos siempre visitan la academia al menos una vez a la semana...- reaccionó Wanda algo molesta, porque su amigo había abandonado la partida de damas chinas, la cual ella iba ganando como era de suponerse. -Pero no es asunto nuestro, además esta a punto de sonar la campana para la segunda clase.- Aclaró la niña mientras guardaba las piezas del juego y el respectivo tablero dentro de su bolso. Wanda es una chica muy intelectual y muy buena para los juegos de mesa.
-Si, tienes razón, ya es hora de volver al aula, nos toca la clase de Toxicología y el profesor Anthon es muy gruñón- atinó a decir Alex mientras guardaba los bocadillos que sobraron en una bolsa de papel para luego meterlos en la canasta y se tomaba lo poco que quedaba de la limonada. Alex es un chico muy casero, amante de la comida y buen cocinero a pesar de su poca edad. Todo lo que sabe acerca de la cocina lo aprendió de su madre ya que su padre murió cuando el era bebé. Quiso asistir a una escuela de Gastronomía pero el costo era elevado ya que la mas cercana se encontraba en el país vecino. No tuvo más opción que quedarse a estudiar Alquimia.
Después de haber guardado todo, los chicos se dirigieron a la clase del profesor Anthon y fueron los primeros en llegar ya que la campana no había sonado. El resto del día fue muy pasible y normal, nada fuera de lo normal. Los chicos ya se habían olvidado de la charla acerca de los estudiantes geciraños.
La campana había sonado nuevamente anunciando el fin de la jornada. El sol ya se estaba poniendo nuevamente.
-Bueno jóvenes aprendices, esto es todo por hoy, para la próxima clase todos traigan sus ensayos acerca de la toxina que les tocó. ¡SIN FALTA! ¿Okey?- Encomendó el profesor. -Siii...- respondió a coro toda la clase algo molesta por el tono del mensaje del docente.
A la salida del colegio Ray y Wanda siempre vuelven a sus hogares juntos en sus bicicletas. y Alex espera a su madre que lo pasa a buscar con su auto todos los días después de terminar su jornada de trabajo. Su madre es cocinera en un no muy conocido restaurante de Sunsmile.
-¡WANDAAA!- exclamó sobresaltado Ray en medio del camino a casa. -¿Qué te ocurre Ray?- dijo la niña algo enfadada por el susto que le pegó su amigo frenando su bicicleta muy de golpe.
-Olvidé cerrar mi frasco de extracto de juppie, para mañana se va a llenar de moho, se echará a perder y no me servirá más y para colmo la profesora Clara se enfurecerá.- le respondió alteradamente a su amiga.
-En mi casillero, debemos regresar o no apruebo mañana el examén de pociones- señaló Ray.
-Pero ya es tarde, no debe haber nadie en Foulmi...-
Pero el niño no escuchó a su amiga y se puso en marcha hacia la escuela a todo lo que pudo.
-¡Este cabezahueca de Ray! A veces quisiera...- y no tuvo mas remedio que subirse a su bicicleta seguir a su compañero.
De día Foulmixer puede ser un lugar que emita una sensación agradable, pero de noche su entorno parece volverse tétrico o al menos eso es lo que uno siente cuando se encuentra en las desoladas cercanías de la academia de alquimistas una noche oscura. Esto no les importó a los muchachos que decididos saltaron el muro que rodea el edificio para luego aprovechar e ingresar por la ventana de uno de los baños que por suerte la encontraron abierta.
-¡Bien, mi casillero se encuentra por aquí, acompañame!- dijo entusiasmado el niño, sin una pizca de miedo.
Al llegar a dicho lugar ,el chico sin perder tiempo abrió su casillero tomó el frasco y su tapa correspondiente que se ubicaba a un lado del recipiente y lo tapó, volvió a introducir el frasco en su lugar y cerró la casilla.
-¡Listo, salgamos de aquí de una vez por todas!- suspiró Wanda con un poco de temor.
Tuvieron la sensación de que las instalaciones del colegio se habían vuelto un laberinto de pasillos y puertas. Para cortar camino los niños decidieron pasar por el patio central y así llegar al baño de varones perteneciente a Audepía, lugar por el cual habían ingresado.
Al encontrarse en el gran patio los niños sintieron ruidos que provenían del lugar donde se encontraba la fuente de mármol. Curiosos se acercaron sigilosamente y pudieron identificar varias figuras humanas rodear la fuente y algunas llevaban antorchas pero de todos modos el lugar esta muy oscuro como para que Ray y Wanda puedan identificarlos. Portaban una capa oscura que les ocultaba todo incluso el rostro.
-Mañana será el gran día, en que la luna llena reinará el cielo y podremos despertar a Maganor nuestro amo y señor- dijo uno de ellos.
-El elixir estará listo por la mañana, vendremos a derramarlo a ésta fuente y por la noche traeremos a nuestros estudiantes y beberemos de ella, porque contendrá la sangre de Maganor y obtendremos su sabiduría a cambio de nuestra lealtad infinita.- explicó otro.
-¡Nada se interpondrá en nuestro destino!-
-JA JA JA JA- rieron macabramente a la par los misteriosos presentes de aquella secreta reunión.
Los niños se miraron mutuamente y pensaron exactamente lo mismo: salir de allí de inmediato. Sin ningún inconveniente llegaron al baño, salieron, saltaron el muro, tomaron sus respectivas bicicletas y pedalearon a toda velocidad.
15/8/07
Peligro en el pantano
A pesar de las bromas de los estudiantes de nivel avanzado, Ray y Alex se adentraron al Pantano de los Lamentos. El profesor Anthon del Departamento de Toxicología también les había advertido que sería muy peligroso ingresar ahí por que la flora del mismo presenta diversas especies de plantas muy venenosas. El dúo de amigos al igual que toda la clase de Fitología tenían encomendado de tarea para fitopatología conseguir una flor denominada Lágrima del Pantano que solo crece como dice su nombre en los pantanos y tiene propiedades curativas. La Profesora encargada de esa clase, Carmen, le recomendó a todos sus alumnos que compraran la flor en el Almacén de la Academia. Pero cuando Ray y Alex fueron allí, Garrell, el gnomo encargado de atender el Almacén los miró algo enojado por que fueron los últimos en llegar y para colmo la flor se había agotado y ya no le quedaban más.
-Oh no! ¿Qué haremos ahora Alex?- atinó a preguntar Ray muy nervioso. - No lo sé.- Fué lo único que pudo responder su amigo. Garrell, que tenía algo de perversidad y deseoso de castigar a los chicos por su ineptitud les dijo: -Veo que están en aprietos, sin embargo les ayudaré. Al Oeste de Sunsmile se encuentra el Pantano de los Lamentos. Si se apuran antes de que oscurezca y tienen suerte podrán hallar allí la flor que buscan.- Sin vacilar los chicos le dieron las gracias y fueron en busca de sus bicicletas. Garrell quedó mirando como se alejaban ingenuos del peligro que les esperaba, con una mirada muy siniestra como podrán imaginarse de un ser como este.
-Bien hemos llegado.- Dijo Ray sin temor alguno. -Esté lugar está un poco oscuro.- comentó Alex.
-No seas cobarde, no es el momento, nuestras vidas dependen de que encontremos esa flor.- lo reprochó Ray.
Luego de varios minutos de caminata por el oscuro pantano, nuestros amigos se sentaron sobre unas piedras a descansar un rato.
-Un momento.- Pidió Alex. -¿Que sucede?- Le preguntó Ray.
-Siento que la roca en la que estoy sentado tiemblaaAAA... AAhh!!!- se asustó el amigo de Ray.
-Es que no es una roca Alex, ¡TE SENTASTE SOBRE UNA TORTUGA BOCA DE DRAGÓN!- Le gritó Ray.
Los Chicos corrieron para donde pudieron esquivando ramas y otros obstáculos. Las tortugas boca de dragón no son un ser al que hay que tener mucho miedo pero su mordida es muy potente y mortal y una vez que muerde algo resulta muy difícil que lo suelte, lo más probable es que lo trate a engullir como una serpiente a su presa, gracias que también posee una mandíbula muy flexible. Lejos del peligro los niños intentaron calmarse deteniéndose para respirar profundo y recuperar un poco del aire.
-Oye Ray...-
-Si?-
-No estoy seguro, pero... ¿Esa no es la flor que buscamos?- Preguntó Alex señalándole a su amigo con el dedo índice extendido la ubicación de una flor muy parecida a la deseada. Al pie de un raro árbol enano de hojas brillantes y tronco robusto.
-A ver...- Ray sacó el libro de Botánica y verificó si su amigo estaba en lo cierto, buscando una foto de la Lágrima del Pantano. Y era verdad esa era un perfecto espécimen de la Lágrima del Pantano. Hermosa, de un color rojo radiante de pétalos enormes y pistilos amarillos. -Primordialmente se la utiliza con fines farmaceúticos con la que se fabrica un ungüento a base de maltodextrina sustancia que sirve para aliviar dolores musculares, y se encuentra en mayor proporción en toda ésta flor. la maltodextrina es liberada cuando la flor es machacada con algun líquido destilante de alta graduación para que pueda ser aprovechada en su máxima totalidad.- Leía entusiasmado y atentamente el chico pelirrojo.
-¡Tómala y largémonos de aquí!- ordenó Alex impacientemente, ya que se comenzaba a oir aullidos por lo lejos. -Okey- Respondió Ray, tomó un frasco y una bolsa y se agachó para tomar la flor. Arrancó la flor muy bruscamente para luego meterla al frasco y guardarla en su bolso. Tras suyo escuchó un fuerte ruido pero cuando volteó para mirar, su amigo había desaparecido.
-¿Alex?¿Dónde fuiste?- Pero nadie respondió. -Vamos sabes que no me gusta esta clase de bromas.- Se notaba muy bien como le temblaba la voz al decir esto. Pero seguía sin recibir respuesta alguna. De pronto sintió que algo lo golpeó muy fuerte en la cabeza -¡Toc!- sonó secamente el golpe, lo que provocó que Ray se llevará la mano sobre el lugar de impacto. Miró al suelo en busca de aquella cosa que lo había golpeado. A unos pocos centímetros de él se hallaba tirado un zapato izquierdo por lo que se veía. Con mucho temor dirigió su vista hacia arriba para conocer el lugar de origen del zapato.
Pegó el grito en el cielo cuando pudo distinguir a su amigo meciendose en el aire entrelazado entre enorme lianas enredaderas. -Humn... humb...- Decía Alex colgado de cabeza como pidiéndole ayuda a su amigo de cabello rojo que lo miraba anonadadamente. Paralizado por el miedo, Ray no se percató de que en su bolso llevaba un frasco de glifosato activo. Fórmula que el profesor de Toxicología, Anthon, le había obsequiado a Ray para que lo usará por si acaso, mientras se encontrase dentro del temeroso pantano. El glifosato es un tóxico herbicida muy potente que en su estado activo destruye la estructura vegetal en pocos segundos de ser aplicada. Pero en ese momento el chico había olvidado toda recomendación de su docente a causa del miedo que sentía al ver a su amigo en tan horrible situación.
Por suerte para Ray, Alex pudo liberar su boca y gritarle: -SOQUETEEE!! USA EL VENENO QUE TE DIÓ EL PROFESOR!!!- Lo que provocó la reacción inmediata de su amigo y este abrió su bolso para buscar la poción. Cuando la tuvo en la mano, respiró profundamente y lanzó el frasco contra el tronco de aquel árbol como si fuera un pitcher lanzando en un campo de béisbol. Al chocar contra la dura superficie de aquel ser vegetal el frasco se hizo añicos y dejó esparcir el veneno por toda la corteza que en cuestión de segundo comenzó a producir efecto y el árbol y todos sus componentes incluyendo sus enredosas lianas se pudrieron en un abrir y cerrar de ojos.
-Noooo!!!- iba gritando Alex mientras caía al suelo como una bolsa llena de arena. Cuando aterrizó, por suerte en un colchón de hojas amarillas, se levantó y se sacudió el polvo. Luego se encontraba decidiendo si abrazar a su amigo por haberlo rescatado o reprocharlo por su acto tardío. Solo pudo atinar a pedir la vuelta a casa donde estarían a salvo y lejos de tan peligroso lugar.
-Bien! Salimos vivos de esto por suerte!- Exclamó Ray cuando ambos se encontraron en los limites del pantano y pudieron divisar las luces de la ciudad, a lo que Alex solo pudo mirarlo de reojo y apenas suspirar.
-Bueno, mañana en la clase de Fitología tendremos una buena historia que contar y quizás la profesora nos otorgue puntos extras por nuestra travesía, los chicos nos aclamen, y las chicas nos adoren.- Dijo añorando el muchacho pelirrojo. -Nos vemos mañana.-
-Si hasta mañana.- Lo despidió Alex con tono de mucho cansancio encima.
A la mañana siguiente ya en la ansiada clase de la profesora Carmen. Los chicos algo ansiosos e impacientes esperaban la presencia de la docente para iniciar la clase y aprender a fabricar el ungüento medicinal con la flor que tantos líos le había causado. Pero después de quince minutos de espera se presento el prefecto de la escuela Gémini con la noticia de que la clase de la profesora Carmen se suspendía ya que había presentado una nota escrita diciendo que se encontraba enferma y por ende faltaría a la clase y la preparación de la medicina se postergaría hasta la semana próxima.
Cuando Alex escuchó semejante noticia miró a Ray con una cara como diciendo: -Te convendría no acercarte a mí por un buen tiempo.- A lo que Ray solo pudo mirarlo con los ojos bien abiertos y encogido de hombros como un perro con la cola entre las patas, como diciendo: -Y... Qué quieres que le haga...?-
14/8/07
Un alumno nuevo
-¡Y por el éxito de haber creado el Elixir de la Vida Eterna, se te entrega a ti Ray Valentine esta placa de honor y rebautizaremos la ciudad de Sunsmile con el nombre deee... Cuidad de Ray!!!-.
-¡Ray...! Ray...! Despierta ya...! Niño perezoso! Llegarás tarde otra vez y el director dijo que si se vuelve a repetir te suspenderán!!!-
-¡Dos minutos más mamaá! Por fa!!!-
-NADA! A LEVANTARSE!-
Después de tal brusco despertar, Ray como todas las mañanas se alista y se viste con su uniforme escolar con la insignia de la Academia Foulmixer bordada sobre el pecho de su camisa y chaleco y también en su capa. baja a desgustar de los ricos desayunos que le prepara su madre mientras chequea con mala ganas su tarea. Al terminar de comer alista sus utiles y demás instrumentos escolares, besa a su madre, tomá su bicicleta y se encamina para otro día de estudio.
La prestigiosa Academia Foulmixer es una de las más antiguas de la ciudad de Sunsmile en donde se enseña el estudio de la Alquimia. La alquimia es una antigua práctica protocientífica y disciplina filosófica que combina elementos de la química, la metalurgía, la física, la medicina, la astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte. A diferencia de otras escuelas de Alquimistas en la Academia Foulmixer se instruye a los alumnos primordialmente con el arte de la Alquimia Natural lo cuál trata de una alquimia basada en la comunión del humano con la naturaleza, los elementos, los animales y las plantas.
En su camino a Foulmixer, Ray hacía el mismo recorrido cada día y luego de pasar el Viejo Puente de la Viuda se encontraba con Wanda su compañera de estudio. Wanda es una chica sencilla y muy aplicada, querida por todos y respetada por los maestros. Ray a veces se ponía a pensar el por que una chica así se junta con un chico tan neurótico como él. Aunque ella también tenía algo paranoica. Siempre pendiente de su persona y su reputación como la mejor alumna de la clase. Al divisar a su amiga Ray frena y se detiene para saludarla y está lo mira y lo primero que hace es llenarlo de preguntas: ¿Hiciste la tarea?¿La terminaste?¿Pudiste sacar todos los cálculos exactos? Etc. A lo que Ray no deja de asentar con la cabeza o decir: ehm... eso no lo terminé, ¿Me lo prestas luego para copiártelo? Al fin y al cabo eso era lo que Wanda quería oir en un principio de su amigo. Se sentía muy satisfecha por no decir superior cuando Ray le pedía ayuda en sus trabajos prácticos.
Al finalizar el encuentro de cada día, cada uno toma su bicicleta y retornan juntos el recorrido al aprendizaje. Ya en las puertas de la Academia los chicos se encuentran con Alex, el tercer integrante del grupito, se saludan y se preparan para ingresar a clases. Pero ese día Ray sentía una extraña sensación en el ambiente... Algo inesperado ocurriría. Al sonar la campana todos los alumnos ingresaron a sus respectivas aulas para dar inicio a las clases.
-¡Buenos Días alumnos! cálido saludo de la profesora Kaith.
-¡Buenos Días Profesora! Respondió a coro la clase.
-Hoy quiero presentarles a un nuevo alumno: su nombre es Aik y proviene del norte de Sunsmile, espero que sepan tratarlo como uno más de ustedes! Adelante Aik puedes pasar.-
Cuando la profesora le dió permiso, un chico de cabello corto y negro, algo bajito y con grandes lentes ingreso al aula y saludo timidámente y con voz suave. Ray sintió algo extraño en ese momento que hizo que los pelos de su nuca se le erizaran y que sobresaltase de su asiento haciendo volcar el tintero por suerte con poca tinta y provocar las risas de sus compañeros.
-Puedes sentarte allá en el fondo- le recomendó la docente a su nuevo alumno. El chico con sus útiles en mano fué hacia aquel asiento vacío del fondo. Cuando Aik pasó junto a Ray sus miradas se cruzaron y el ambiente se volvió tenso. El nuevo se detuvo frente al pupitre de Ray unos segundos como desafiando al muchacho pelirrojo (Ray) y este lo miro fijo sin quitarle la mirada. Aik levantó una ceja y le sonrió con un aire macabro, lo que intranquilizó aún más al de cabello rojo y tuvo que ceder la mirada. Los ojos de ese chico nuevo parecían un oscuro abismo que a Ray lo aterraron. Satisfecho por lo sucedido el de los anteojos tomó asiento pero no dejó de observar a nuestro amigo. Ray impotente solo podía tener la mirada al frente. No quería voltear la cabeza y volver a encontrarse con aquellos malignos ojos negros.
-¡Bien ahora sin más retrasos comenzaremos la clase!- dijo la profesora Kaith con una sonrisa de oreja a oreja por que se esperaba un grato día de enseñanza como lo hacía todos los días.
-¡Ray...! Ray...! Despierta ya...! Niño perezoso! Llegarás tarde otra vez y el director dijo que si se vuelve a repetir te suspenderán!!!-
-¡Dos minutos más mamaá! Por fa!!!-
-NADA! A LEVANTARSE!-
Después de tal brusco despertar, Ray como todas las mañanas se alista y se viste con su uniforme escolar con la insignia de la Academia Foulmixer bordada sobre el pecho de su camisa y chaleco y también en su capa. baja a desgustar de los ricos desayunos que le prepara su madre mientras chequea con mala ganas su tarea. Al terminar de comer alista sus utiles y demás instrumentos escolares, besa a su madre, tomá su bicicleta y se encamina para otro día de estudio.
La prestigiosa Academia Foulmixer es una de las más antiguas de la ciudad de Sunsmile en donde se enseña el estudio de la Alquimia. La alquimia es una antigua práctica protocientífica y disciplina filosófica que combina elementos de la química, la metalurgía, la física, la medicina, la astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte. A diferencia de otras escuelas de Alquimistas en la Academia Foulmixer se instruye a los alumnos primordialmente con el arte de la Alquimia Natural lo cuál trata de una alquimia basada en la comunión del humano con la naturaleza, los elementos, los animales y las plantas.
En su camino a Foulmixer, Ray hacía el mismo recorrido cada día y luego de pasar el Viejo Puente de la Viuda se encontraba con Wanda su compañera de estudio. Wanda es una chica sencilla y muy aplicada, querida por todos y respetada por los maestros. Ray a veces se ponía a pensar el por que una chica así se junta con un chico tan neurótico como él. Aunque ella también tenía algo paranoica. Siempre pendiente de su persona y su reputación como la mejor alumna de la clase. Al divisar a su amiga Ray frena y se detiene para saludarla y está lo mira y lo primero que hace es llenarlo de preguntas: ¿Hiciste la tarea?¿La terminaste?¿Pudiste sacar todos los cálculos exactos? Etc. A lo que Ray no deja de asentar con la cabeza o decir: ehm... eso no lo terminé, ¿Me lo prestas luego para copiártelo? Al fin y al cabo eso era lo que Wanda quería oir en un principio de su amigo. Se sentía muy satisfecha por no decir superior cuando Ray le pedía ayuda en sus trabajos prácticos.
Al finalizar el encuentro de cada día, cada uno toma su bicicleta y retornan juntos el recorrido al aprendizaje. Ya en las puertas de la Academia los chicos se encuentran con Alex, el tercer integrante del grupito, se saludan y se preparan para ingresar a clases. Pero ese día Ray sentía una extraña sensación en el ambiente... Algo inesperado ocurriría. Al sonar la campana todos los alumnos ingresaron a sus respectivas aulas para dar inicio a las clases.
-¡Buenos Días alumnos! cálido saludo de la profesora Kaith.
-¡Buenos Días Profesora! Respondió a coro la clase.
-Hoy quiero presentarles a un nuevo alumno: su nombre es Aik y proviene del norte de Sunsmile, espero que sepan tratarlo como uno más de ustedes! Adelante Aik puedes pasar.-
Cuando la profesora le dió permiso, un chico de cabello corto y negro, algo bajito y con grandes lentes ingreso al aula y saludo timidámente y con voz suave. Ray sintió algo extraño en ese momento que hizo que los pelos de su nuca se le erizaran y que sobresaltase de su asiento haciendo volcar el tintero por suerte con poca tinta y provocar las risas de sus compañeros.
-Puedes sentarte allá en el fondo- le recomendó la docente a su nuevo alumno. El chico con sus útiles en mano fué hacia aquel asiento vacío del fondo. Cuando Aik pasó junto a Ray sus miradas se cruzaron y el ambiente se volvió tenso. El nuevo se detuvo frente al pupitre de Ray unos segundos como desafiando al muchacho pelirrojo (Ray) y este lo miro fijo sin quitarle la mirada. Aik levantó una ceja y le sonrió con un aire macabro, lo que intranquilizó aún más al de cabello rojo y tuvo que ceder la mirada. Los ojos de ese chico nuevo parecían un oscuro abismo que a Ray lo aterraron. Satisfecho por lo sucedido el de los anteojos tomó asiento pero no dejó de observar a nuestro amigo. Ray impotente solo podía tener la mirada al frente. No quería voltear la cabeza y volver a encontrarse con aquellos malignos ojos negros.
-¡Bien ahora sin más retrasos comenzaremos la clase!- dijo la profesora Kaith con una sonrisa de oreja a oreja por que se esperaba un grato día de enseñanza como lo hacía todos los días.
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